Ética de la Psicoterapia Online: riesgos y regulaciones

La Psicoterapia Online ética es un tema de creciente importancia en el ámbito de la salud mental. A medida que más personas buscan apoyo psicológico a través de plataformas digitales, surgen preguntas sobre la confidencialidad, la calidad del tratamiento y el cumplimiento de principios éticos fundamentales. Este artículo analiza los desafíos y regulaciones que rodean la Psicoterapia en Línea, destacando los aspectos clave que tanto terapeutas como clientes/consultantes deben considerar para garantizar una práctica segura y profesional.

Contexto Histórico

La práctica de la Psicoterapia en Línea ha evolucionado en un contexto de importantes desarrollos históricos relacionados con el tratamiento ético de los participantes en la investigación y la terapia.

El concepto de consentimiento informado es fundamental y tiene sus orígenes en el siglo XVI. Sin embargo, fue el Código de Núremberg de 1947 el que influyó de manera decisiva en los estándares éticos modernos, tras las graves violaciones a los derechos humanos ocurridas durante el Holocausto. Este código estableció principios esenciales para la conducción ética de la investigación. Dichos principios influyeron en documentos posteriores como la Declaración de Ginebra (1948) y la Declaración de Helsinki (1964), ambas destinadas a proteger a las personas involucradas en estudios médicos y prácticas terapéuticas (American Institute of Health Care Professionals, 2024).

DIPLOMADO

PSICOLOGÍA CLÍNICA Y DE LA SALUD

Aprende a evaluar, diagnosticar y tratar trastornos mentales y conductas desadaptativas, promoviendo estilos de vida saludables.  100 % En Línea Duración: 3 meses | 150 Horas.

> Inscríbete Ahora

El auge de la Psicoterapia Online también puede entenderse como una respuesta a las necesidades sociales en evolución y a los avances tecnológicos. A medida que la terapia tradicional enfrentó limitaciones—especialmente evidenciadas durante la pandemia de COVID-19—la Psicoterapia en Línea surgió como una alternativa viable, permitiendo la continuidad del acceso a la atención de salud mental al tiempo que se respetaban las medidas de distanciamiento social (RtoR.org, 2024). Este cambio no solo demostró la conveniencia y accesibilidad de la terapia remota, sino que también planteó nuevas consideraciones éticas sobre la privacidad, el consentimiento informado y la relación terapéutica en un entorno digital (Toll et al., 2020).

Marcos éticos en la Psicoterapia en Línea

A lo largo de los años, se han establecido diversos marcos éticos para regular la práctica de la Psicoterapia en Línea. Estos marcos subrayan la importancia del respeto por las personas, la beneficencia y la justicia, así como la necesidad de preservar las relaciones terapéuticas en un entorno virtual. Por ejemplo, el uso de plataformas digitales ha requerido innovaciones en el proceso de consentimiento, utilizando elementos multimedia para mejorar la comprensión y el compromiso de los participantes (American Institute of Health Care Professionals, 2024). Además, se ha observado que las herramientas de comunicación en línea pueden fomentar relaciones terapéuticas que los clientes perciben como equivalentes o incluso más sólidas que las establecidas en sesiones presenciales (Toll et al., 2020).

A medida que la Psicoterapia en Línea continúa evolucionando, representa una convergencia entre la tecnología y la ética, generando debates constantes sobre las responsabilidades de los terapeutas y los derechos de los clientes en este nuevo panorama digital. La integración de plataformas en línea dentro de las prácticas terapéuticas no solo amplía el acceso a los servicios de salud mental, sino que también exige una revisión constante de las consideraciones éticas asociadas a la atención del cliente en una era de rápidos cambios tecnológicos (Chung Easton, 2025).

Actualmente, el desarrollo de Internet y de las telecomunicaciones permite en algunos casos (no es aplicable a todos los trastornos) la posibilidad de recibir atención psicológica a distancia. En medicina y psiquiatría ya es un hecho: la Telemedicina. Por telemedicina se entiende el uso de información electrónica y tecnológica de comunicación para propiciar cuidados en la salud cuando la distancia separa a los participantes. Por ende, la Psicoterapia Online Ética surge como una clase de terapia basada en el tipo de interacción entre el cliente y el terapeuta y en las consecuencias técnicas de dicha intervención.

El marco de la interacción es el ciberespacio, espacio transicional que supone una extensión del mundo intrapsíquico del individuo. La dirección de la terapia a distancia está a cargo de profesionales de la psicología, no estando integrado el espacio por médicos especialistas en psiquiatría. De otra parte, el uso del teléfono como instrumento terapéutico no es ajeno a muchos psicólogos, como ayuda en la  intervención ante la crisis.

Herramientas digitales en la Psicoterapia en Línea

Por otro lado, Internet ofrece multitud de aplicaciones relevantes en el campo de la psicología clínica. Entre ellas se encuentran el acceso a recursos e información, la popularización de guías de autoayuda y la mecanización de la aplicación de test y cuestionarios. También proporciona servicios psicológicos tanto para pacientes como para profesionales del área.

De hecho, Internet es un instrumento que permite llevar a cabo sesiones de tratamiento psicológico, consultas u orientación psicológica a distancia. Estas pueden ser utilizadas de forma complementaria a la sesión presencial o de manera exclusiva.

Para ello, se emplean diversas opciones de intercambio de información, como correo electrónico, videoconferencias y programas de chat. Entre las plataformas más utilizadas están Zoom, Microsoft Teams, Google Meet, WhatsApp y Telegram. También existen páginas privadas de teleservicios sanitarios y la posibilidad de realizar llamadas telefónicas a costo reducido.

No obstante, y a pesar de que Internet ofrece un potencial tremendo, debemos comprender que nuestro nivel de experiencia con este nuevo medio de comunicación es todavía limitado, y debemos tener presentes las limitaciones que el nuevo sistema de comunicación basada en texto ofrece. Además, la terapia a través de la red implica unos riesgos que deben ser cuidadosamente evaluados, desde un punto de vista ético.

¿Es ético intentar realizar la psicoterapia en este “espacio virtual”?

Son muchas las instituciones que se han pronunciado acerca de las cuestiones éticas y legales del uso de Internet como vehículo para la psicoterapia. Varias han asentado en códigos o estándares de ética para la práctica profesional, ciertas reglas voluntarias que instan a quienes trabajan en este campo a mantener dichos estándares. Estos códigos abarcan asuntos diversos, entre los que se destacan cuestiones tales como:

• La necesidad de reglamentaciones y leyes que regulen el ejercicio de esta práctica.
• La privacidad y confidencialidad de los datos del cliente.
• La información que debe estar disponible con respecto al costo, la duración y modalidad de las sesiones.
• El cuidado del acceso a este servicio de menores.
• Las acciones que deben realizarse para proteger al cliente en situaciones de crisis.
• La advertencia de problemas técnicos que puedan surgir, así como también la mención de aquellos problemas o trastornos que se consideran inapropiados para realizar psicoterapia a través de Internet (Giles, 2000).

Falta de señales no verbales y su efecto en el diagnóstico

Otro tema importante por considerar es que, si entre el terapeuta y el cliente se establece una comunicación vía correo electrónico o por chat, otros tipos de información (como la apariencia, el lenguaje corporal y el tono de voz) están siendo obviados, es decir, no son tenidos en cuenta. Esto, fácilmente, repercutirá en hacer más difícil el diagnóstico y el control del tratamiento. Sin estas “claves” tampoco el terapeuta podrá verificar la verdadera identidad del cliente. ¿Es la persona quien dice ser? ¿Es este mensaje particular del cliente o de alguien que se hace pasar por él?

La confidencialidad, un elemento fundamental en la psicoterapia, fácilmente podría ser violada por esta dificultad, al igual que por la posibilidad de “terceros” de interceptar la transmisión o de tener acceso a los mensajes. Afortunadamente, estos problemas tienen algunas soluciones viables desde el punto de vista de la tecnología, como, por ejemplo, crear redes seguras y utilizar el encriptamiento y el software de verificación de usuario. La videoconferencia, que es una herramienta importante en el movimiento de la Telemedicina, también puede suplir bastantes de aquellas “claves”, que están ausentes en la comunicación meramente textual.

Implicaciones legales de la terapia en el ciberespacio

Pero aquí se nos presenta otro serio dilema: ¡en el ciberespacio las fronteras no existen! Y un Psicólogo de Estados Unidos puede realizarle terapia a un cliente de China. Surgen varias preguntas al respecto: ¿cuáles son las leyes que regulan este intercambio? ¿En qué país se está realizando la terapia?  Son buenas preguntas, cuyos intentos de respuesta espero con “curiosidad científica”. Ahora bien, ¿cómo se resolverán estos dilemas en el ámbito legal? Algunos responderán que no son temas importantes, puesto que el objetivo del ciberespacio es que las “fronteras” desaparezcan. Más para las compañías de seguros, y para las organizaciones encargadas de regular las prácticas clínicas respectivas, estas sí son cuestiones serias.

Otra pregunta importante es: ¿este nuevo método de terapia, con unas características particulares y específicas de modulación, requerirá una formación aparte? ¿Deberá incluirse en los nuevos programas de psicoterapeutas la Psicoterapia Online como una disciplina específica, o será un mero suplemento de las otras formas de terapia? Estas son cuestiones que dejamos en el aire, o mejor dicho, en el ciberespacio, para aquellos que quieran reconsiderarlas.

Principios en la Psicoterapia Online Ética

El panorama ético de la Psicoterapia Online está definido por varios principios fundamentales que guían a los profesionales en la prestación de una atención responsable y eficaz. Estos principios no solo refuerzan la integridad de la relación terapéutica, sino que también fomentan la confianza y la seguridad de los clientes que participan en tratamientos virtuales.

Confidencialidad y privacidad

Mantener la confidencialidad es un pilar esencial en la psicoterapia, y la era digital presenta nuevos desafíos en este sentido. Los terapeutas deben ser extremadamente cautelosos al proteger la información del cliente, especialmente al utilizar registros electrónicos de salud y plataformas de teleterapia. La seguridad de la privacidad del cliente requiere la implementación de medidas de ciberseguridad sólidas y la creación de protocolos claros para gestionar la confidencialidad en entornos de terapia grupal (NeuroLaunch, 2024a; Toll et al., 2020).

Uno de los principales riesgos en la terapia en línea es la posible vulneración de la privacidad de los datos, ya sea por fallos técnicos, ataques informáticos o el uso inadecuado de plataformas de comunicación. Para mitigar estos riesgos, es fundamental que los profesionales empleen herramientas con cifrado de extremo a extremo, utilicen redes seguras y capaciten a los clientes sobre buenas prácticas para proteger su información personal (Digital Learning Edge, 2024; Chung Easton, 2025).

Consentimiento Informado

El consentimiento informado es un componente crítico de la práctica ética, ya que implica una comprensión clara del proceso terapéutico, incluidos sus riesgos, beneficios y alternativas. En el contexto en línea, los terapeutas deben asegurarse de que los clientes comprendan plenamente sus derechos y los límites de la confidencialidad, especialmente porque la comunicación digital puede dificultar la interpretación de matices y la expresión de preocupaciones (Leslie, 2016; Human Givens Institute, 2024).

Además, la obtención del consentimiento informado en terapia en línea requiere consideraciones adicionales en casos de clientes con capacidad reducida para la toma de decisiones, como menores de edad o personas con trastornos de salud mental severos. En estas situaciones, los terapeutas deben actuar con sensibilidad y asegurarse de que la información se comunique de manera accesible y comprensible (Recouple, 2024a).

Beneficencia y No Maleficencia

En el centro de la práctica ética en psicoterapia se encuentran los principios de beneficencia (hacer el bien) y no maleficencia (evitar el daño). Los terapeutas deben evaluar continuamente sus intervenciones para garantizar que contribuyan positivamente al bienestar de los clientes, minimizando cualquier riesgo potencial asociado con la terapia en línea (NeuroLaunch, 2024b).

Dado que la interacción terapéutica en un entorno digital puede carecer de algunos elementos clave de la comunicación no verbal, es esencial que los terapeutas sean especialmente cuidadosos en la evaluación de señales emocionales y en la adaptación de sus enfoques de intervención para garantizar una atención efectiva y ética (Breslin, 2020).

Justicia y equidad

El principio de justicia en la terapia exige garantizar un acceso equitativo a los servicios de salud mental, independientemente del estatus socioeconómico o el origen cultural de los clientes. Esto subraya la importancia de reconocer y abordar las desigualdades sistémicas que pueden influir en los resultados de la salud mental (Montales, 2024).

La terapia en línea ha demostrado ser una herramienta poderosa para mejorar la accesibilidad, especialmente para comunidades desatendidas o personas con dificultades de movilidad. Sin embargo, también plantea desafíos relacionados con la brecha digital, ya que no todos los clientes tienen acceso a una conexión estable a Internet o a dispositivos adecuados para sesiones virtuales. En este sentido, los terapeutas deben ser proactivos en la identificación de barreras tecnológicas y en la búsqueda de soluciones que promuevan la equidad en el acceso a los servicios (Cherry, 2024).

Fidelidad y responsabilidad

Los principios de fidelidad y responsabilidad resaltan la importancia de que los terapeutas cumplan con sus compromisos profesionales y mantengan límites claros en su relación con los clientes. Esto implica seguir los estándares éticos, ser transparentes en sus prácticas y asumir la responsabilidad por sus decisiones terapéuticas (NeuroLaunch, 2024c).

Además, en el contexto de la terapia en línea, los terapeutas deben establecer expectativas claras sobre la disponibilidad y la comunicación, asegurando que los clientes comprendan los límites de la relación terapéutica y los procedimientos en caso de emergencia (Vamonde, 2024).

Manejo de dilemas éticos

Los terapeutas enfrentan con frecuencia dilemas éticos que pueden complicar el proceso terapéutico. Estas situaciones requieren una reflexión ética continua y una toma de decisiones cuidadosa para garantizar que se prioricen los mejores intereses del cliente mientras se mantiene la integridad profesional.

El acceso a supervisión profesional y educación continua es clave para que los terapeutas puedan abordar estos dilemas de manera efectiva. La formación en ética y el análisis de casos ayudan a desarrollar estrategias para manejar escenarios complejos en la práctica clínica digital (Recouple, 2024b; Qureshi, s.f.).

Algunos organismos reguladores de la Psicoterapia Online

– La American Psychological Association -APA- estableció una declaración (APA, Ethics Comité, 1997) en tono cauteloso, conviniendo que en ausencia de estándares específicos para la telesalud, los psicólogos deberían tomar pasos razonables para asegurar la competencia en la provisión de servicios y la protección de consultantes, clientes, estudiantes, investigadores participantes y otros de cualquier daño, y seguir manteniendo los mismos estándares que regulan la provisión de los servicios tradicionales., El comité de ética de esta institución se encuentra trabajando en el asunto hasta la fecha, pero aún no se ha dado a conocer una reglamentación específica.

– El National Board for Certified Counselors -NBCC-, desde 1995, se encuentra trabajando en examinar la práctica del web-counseling a fin de poder asesorar acerca de la posible existencia de cualquier asunto regulador que se debiera tener en cuenta. Este grupo de trabajo también desarrolló guías para la práctica del web-counseling que pudieran dar al novato consejero, o terapeuta online, una visión de algunos de los peligros potenciales, profesionales, éticos y legales que pudieran existir (Bloom, 1997).

– La Coalición para el Cuidado de la Salud en Internet (Internet Healthcare Coalition, 2000), es una organización, sin ánimo de lucro, no partidaria de esta situación. Desde 1997, se dedica a la identificación y promoción de  recursos de calidad en el cuidado de la salud en Internet y su meta principal es educar a los consumidores y profesionales acerca de los asuntos relacionados con la calidad de los recursos e información de la salud disponibles en Internet. Esta coalición presentó, en mayo de 2000, su primera propuesta llamada International e-Health Code of Ethics, la cual se elaboró con el aporte de todas las instituciones claves de salud en Internet.

– También, la Sociedad Internacional de Salud Mental Online (International Society for Mental Health Online, 2000) ha elaborado una guía de sugerencias para la provisión de servicios de salud mental a través de Internet, muy similar a los códigos anteriormente mencionados, evidenciando los potenciales riesgos y beneficios de la Psicoterapia Online.

– HON Código de Conducta y Etica (HONcode) para sitios Web de Salud y Medicina, sitio: www.honcode.com.

Ventajas que ofrece la Psicoterapia Online Ética

1. Screening (cribado psicológico). Puede facilitar el cribado de casos que necesitarían asistencia psiquiátrica/psicoterapéutica y que no acudirían a los servicios de salud mental de otra manera.

2. Tratamiento de problemas no clínicos. Internet puede ser un medio apropiado para personas que no tienen un problema clínico y que se beneficiarían de apoyo psicoterapéutico.

3. Costo relativamente menor. El coste de las sesiones a través de Internet es relativamente menor que el de las sesiones “en persona”. Además, se puede fraccionar el coste, previo acuerdo entre  profesional y cliente

4. Evitaría las desventajas que conllevan los consabidos y eventuales desplazamientos de terapeuta y cliente, pues reduciría las fronteras de espacio-tiempo, favoreciendo asimismo una mayor flexibilidad en las agendas de cada uno. (Algo tremendamente importante hoy en día).

5. Ventajas únicamente posibles gracias a la Comunicación Online, como:

• Comunicación asincrónica: así, el e-mail proporciona tanto al cliente como al terapeuta la oportunidad de elaborar en profundidad lo que va a comunicar, lo que puede incrementar una claridad en la comunicación y hacer intervenciones más incisivas, yendo al núcleo de los problemas.
• Transferencia: en Internet,  la transferencia puede ser significativamente diferente de las relaciones cara a cara y puede implicar transferencia a la tecnología, además de transferencia interpersonal. Con el desarrollo de modelos teoréticos apropiados, este cambio en la transferencia podría explotarse en el tratamiento de clientes a través de Internet.

6. Grupos de soporte: Internet puede facilitar la provisión de grupos de soporte para poblaciones infra-atendidas. Puede ser más indicado para personas con enfermedades o discapacidades que hacen más difícil o que imposibilitan el acceso a grupos “en persona”. También puede ser la vía para formar grupos de apoyo para personas con patologías extremadamente poco frecuente, lo que “en persona” sería imposible.

7. Uso complementario a la terapia “en persona”: Internet puede utilizarse también de manera coadyuvante al tratamiento “en persona”:

• Evitaría los problemas de las intervenciones sólo-a-través-de-la-red. (Anonimato, temas diagnósticos, temas legales, y respuestas a intervenciones-en-crisis).
• Aumentaría la capacidad del terapeuta de incidir en el mundo del cliente (Profundidad, perspectiva, monitorización del trabajo terapéutico recomendado al cliente).
• Terminación: la sustitución paulatina de las sesiones clínicas “en persona” por sesiones a través de la red, aplacaría la “violencia” que puede suponer un fin de la relación terapéutica cara a cara. Esto haría más llevadero el duelo que conlleva romper el vínculo terapéutico con el profesional de la salud mental, y favorecería la vuelta del cliente sobre la confianza en sus propios recursos.

Inconvenientes de esta nueva forma de terapia

1. Pérdida de claves visuales y auditivas. Pérdida de la comunicación presencial: Esto origina problemas de diagnóstico, de percepción de la identidad del cliente, problemas en cuanto a las bases teoréticas de la intervención -que ahora han de ser diferentes-, y problemas en la percepción de dificultades de comunicación en el cliente.
2. Confidencialidad: es más difícil asegurar la confidencialidad a través de Internet que en psicoterapia “en persona”.
3. Transmisión: aunque el encriptamiento de mensajes ofrece una determinada seguridad, no garantiza 100 % que el mensaje no pueda ser interceptado y accedido por “piratas informáticos”.
4. Terapeuta: se recomienda no guardar información en discos duros accesibles a través de la red, ni dejar información accesible al alcance de personas no autorizadas, así como tampoco se aconseja la realización de copias de seguridad regulares de la información de las sesiones.
5. Cliente: se recomienda prudencia sobre el hecho de mandar información desde el trabajo —-en EE. UU., el empleador tiene derecho a leerlo-—, o desde casa (las personas que conviven con él pueden acceder a los ficheros clínicos).
6. Temas legales: en EE. UU. el “secreto profesional” está en entredicho en lo referido a las sesiones a través de la red, sobre todo en temas como separaciones o custodias de los hijos. Esto se complica todavía más cuando terapeuta y cliente son de diferentes nacionalidades, (lo que implica sistemas legales diferentes).
7. Competencia: la falta de formación de los profesionales en este nuevo tipo de terapia también es un tema importante por tener en cuenta desde el punto de vista de las implicaciones éticas y legales del nuevo tipo de intervenciones (“basadas en texto”).
8. Manejo de Crisis: es más difícil, porque el cliente mantiene el anonimato y el terapeuta puede no estar familiarizado con los recursos de la zona donde se encuentra. Además, se dan problemas sobre el informe que se debe emitir, sobre la posibilidad del cliente de hacer daño a terceros, o del peligro sobre su propia seguridad. Esto se hace más difícil cuando el cliente y el terapeuta son de ámbitos geográficos (y consecuentemente jurisdiccionales) diferentes.
9. Asuntos jurídicos y legales: en este sentido es fundamental el tema de la trascendencia de las fronteras físicas que implica Internet. Por eso, el hecho de que terapeuta y cliente sean de distintos estados, o países, con leyes diferentes, supone un reto a la hora de establecer y uniformar criterios legales de regulación de estas actividades. Es un desafío que tiene implicaciones también en otros niveles de la actividad humana.

Desafíos éticos en la Psicoterapia en Línea

El auge de la Psicoterapia Online ha introducido una serie de desafíos éticos que los profesionales deben abordar para garantizar una atención eficaz y segura. Estos desafíos incluyen cuestiones de confidencialidad, consentimiento informado, límites profesionales, competencia cultural, manejo de crisis y uso responsable de la tecnología.

Preocupaciones sobre la confidencialidad y la privacidad

Mantener la confidencialidad del cliente en el entorno digital es una obligación ética fundamental para los terapeutas. Sin embargo, el uso de plataformas en línea conlleva riesgos específicos, como la posibilidad de que registros electrónicos y herramientas de comunicación sean vulnerables a brechas de seguridad si no se protegen adecuadamente (NeuroLaunch, 2024a).

Los terapeutas deben implementar medidas de ciberseguridad sólidas, como el cifrado de datos, el almacenamiento seguro de información y el uso de plataformas diseñadas específicamente para la terapia en línea. Además, deben establecer protocolos claros para la gestión de información delicada y capacitar a los clientes sobre cómo proteger su privacidad en sesiones virtuales (Digital Learning Edge, 2024).

Uno de los principales riesgos en la confidencialidad es la posibilidad de acceso no autorizado a las sesiones. Por ejemplo, si un cliente accede a la terapia desde un espacio compartido o utiliza un dispositivo inseguro, su privacidad podría verse comprometida. En estos casos, es fundamental que los terapeutas eduquen a los clientes sobre las mejores prácticas de seguridad digital, como el uso de redes privadas y dispositivos personales protegidos (Chung Easton, 2025).

Consentimiento Informado en Psicoterapia Online Ética

El consentimiento informado es un pilar esencial de la ética en psicoterapia y es aún más relevante en el contexto de la terapia en línea. Los terapeutas deben garantizar que los clientes comprendan completamente los aspectos clave del tratamiento, incluidas las limitaciones de la confidencialidad, los posibles riesgos y beneficios, y la naturaleza de la relación terapéutica en un entorno digital (Recouple, 2024a).

A diferencia de la terapia presencial, donde la comunicación cara a cara facilita la transmisión de información y la lectura de señales no verbales, la terapia en línea puede generar malentendidos o falta de claridad en los términos del consentimiento. Por ello, los terapeutas deben emplear un lenguaje claro y ofrecer documentación detallada sobre el proceso terapéutico (Leslie, 2016).

Además, en ciertos casos, como cuando se trabaja con clientes menores de edad o personas con capacidades cognitivas limitadas, los terapeutas deben considerar métodos adicionales para garantizar que el consentimiento sea verdaderamente informado y voluntario. Esto puede incluir sesiones explicativas con cuidadores o la utilización de materiales audiovisuales para mejorar la comprensión (NeuroLaunch, 2024b).

Límites profesionales y relaciones duales

El formato en línea puede complicar el establecimiento y mantenimiento de límites profesionales en la terapia. La facilidad de acceso a los terapeutas a través de correos electrónicos, mensajes instantáneos y redes sociales puede difuminar las fronteras entre la vida profesional y personal, lo que podría generar relaciones duales o conflictos de interés (Recouple, 2024b).

Para evitar estas situaciones, los terapeutas deben establecer normas claras sobre la comunicación con los clientes fuera de las sesiones terapéuticas y definir expectativas en cuanto a la disponibilidad y el uso de diferentes medios digitales. Además, deben ser conscientes de cómo sus propias interacciones en redes sociales pueden afectar la relación terapéutica y comprometer la confidencialidad del cliente (Qureshi, s.f.).

Un desafío adicional es la posibilidad de que los clientes investiguen la vida personal de los terapeutas en Internet, lo que podría afectar la dinámica terapéutica. Para mitigar este riesgo, los profesionales deben mantener perfiles digitales separados para su práctica y su vida privada, configurando niveles de privacidad adecuados en sus redes sociales (Montales, 2024).

Competencia cultural en Terapia en Línea

La sensibilidad cultural es un aspecto fundamental de la práctica ética en psicoterapia. En el entorno digital, los terapeutas pueden trabajar con clientes de diversas regiones y orígenes culturales, lo que requiere una mayor conciencia sobre las diferencias en valores, creencias y normas de comunicación (NeuroLaunch, 2024c).

Los terapeutas deben capacitarse continuamente en competencia cultural y adaptar sus enfoques para garantizar que la terapia sea accesible y relevante para cada cliente. Esto incluye el uso de lenguaje inclusivo, la consideración de factores socioculturales en el diagnóstico y tratamiento, y el respeto por las preferencias del cliente en cuanto a la comunicación y la toma de decisiones (Recouple, 2024a).

Además, en la terapia en línea, los profesionales deben ser especialmente cuidadosos en la interpretación de señales verbales y no verbales, ya que la ausencia de contacto físico y lenguaje corporal puede dificultar la evaluación de emociones y reacciones del cliente (Bateup, 2018).

Manejo de crisis en Psicoterapia Online

El manejo de crisis en terapia en línea presenta desafíos significativos, ya que los terapeutas pueden tener dificultades para intervenir de manera inmediata en situaciones de emergencia. Por ejemplo, si un cliente muestra signos de ideación suicida durante una sesión virtual, el terapeuta puede enfrentarse a limitaciones para evaluar la gravedad del riesgo y proporcionar ayuda rápida (Montales, 2024).

Para abordar este problema, los terapeutas deben contar con protocolos de intervención en crisis adaptados al entorno digital, que incluyan:

• La recopilación de información de contacto de emergencia antes de iniciar el tratamiento.
• La identificación de recursos locales de salud mental para derivaciones rápidas.
• La capacitación en evaluación de riesgos a distancia y estrategias de intervención virtual (Recouple, 2024b).

Además, en algunos casos, puede ser necesario establecer acuerdos previos con familiares o contactos de apoyo, garantizando que los clientes vulnerables tengan acceso inmediato a asistencia si es necesario (NeuroLaunch, 2024a).

Uso ético de la tecnología

El uso de tecnología en la Psicoterapia Online presenta tanto ventajas como preocupaciones éticas. Si bien las plataformas digitales permiten un acceso más amplio a los servicios de salud mental, también generan desafíos relacionados con la comunicación, la privacidad y la seguridad de los datos (Breslin, 2020).

Para garantizar un uso ético y responsable de la tecnología en la terapia en línea, los terapeutas deben:

1. Seleccionar plataformas seguras y aprobadas para sesiones terapéuticas, evitando el uso de aplicaciones no diseñadas para la atención en salud mental.
2. Actualizar regularmente sus conocimientos sobre seguridad digital y mejores prácticas en telemedicina.
3. Establecer límites claros sobre el uso de tecnologías como la inteligencia artificial en la psicoterapia, asegurando que el contacto humano siga siendo el elemento central del tratamiento (Cherry, 2024).

Además, es fundamental que los terapeutas sean transparentes con sus clientes sobre cómo se manejan sus datos, explicando qué información se almacena, cómo se protege y qué medidas existen para prevenir vulneraciones de privacidad (Vamonde, 2024).

Marco Regulatorio

El marco regulatorio que rige la Psicoterapia en Línea está conformado por una combinación de leyes federales, regulaciones estatales y directrices éticas establecidas por organizaciones profesionales. La complejidad de las leyes de telemedicina y el consentimiento informado han surgido como cuestiones clave para los profesionales del sector.

Leyes y regulaciones sobre telemedicina

En algunos países, las normativas sobre telemedicina han evolucionado rápidamente para abordar el creciente uso de la terapia en línea. Sin embargo, en ciertos casos, las regulaciones estatales y federales pueden entrar en conflicto, lo que genera incertidumbre entre los profesionales de la salud mental.

Por ejemplo, en California, las regulaciones recientes impuestas por la junta de licencias de salud mental han generado preocupaciones sobre su compatibilidad con las leyes de telemedicina ya existentes. Específicamente, se exige que los profesionales obtengan consentimiento informado al inicio de los servicios de teleterapia, lo que entra en contradicción con una ley previa que eliminó este requisito hace casi cinco años (Leslie, 2016).

Esta discrepancia sugiere una falta de actualización por parte de los organismos reguladores respecto a los cambios en la legislación, lo que puede generar confusión e ineficiencia en la prestación de servicios. Además, las nuevas regulaciones exigen que los terapeutas informen a los clientes sobre los “riesgos y limitaciones” de la terapia en línea, a pesar de que normativas anteriores habían eliminado esta obligación. La ausencia de una exigencia similar para discutir los beneficios de la terapia en línea plantea interrogantes sobre la intención detrás de estas regulaciones y destaca inconsistencias dentro del marco regulatorio (Leslie, 2016).

En algunos estados y países, la práctica de la teleterapia está sujeta a regulaciones de jurisdicción, lo que significa que los terapeutas pueden requerir licencias específicas para atender clientes en diferentes regiones. Este factor complica la práctica de la terapia en línea y limita el acceso a profesionales capacitados en áreas donde la oferta de terapeutas es baja (Recouple, 2024a).

Directrices éticas

Además de cumplir con la legislación vigente, los profesionales de la salud mental deben seguir estándares éticos establecidos por organizaciones como la Asociación Americana de Psicología (APA) y la Asociación Nacional de Trabajadores Sociales (NASW).

Estas directrices enfatizan la importancia de la confidencialidad y el consentimiento informado, exigiendo que los terapeutas comuniquen a los clientes los límites de la confidencialidad desde el inicio del tratamiento (Human Givens Institute, 2024). Dichos estándares no solo ayudan a generar confianza entre el terapeuta y el cliente, sino que también garantizan la transparencia en la relación terapéutica.

Los profesionales están obligados a tomar medidas de seguridad adecuadas para proteger la información del cliente, especialmente en entornos de terapia en línea. Esto incluye el uso de plataformas seguras para las sesiones y la adopción de buenas prácticas de protección de datos, alineando sus responsabilidades legales y éticas (Counselling Psychology Online, s.f.).

Asimismo, los terapeutas deben estar al tanto de las exigencias legales específicas de su jurisdicción, ya que las regulaciones varían entre estados y países. Por ejemplo, algunos países imponen restricciones en cuanto a la transferencia de datos transfronterizos, lo que significa que los terapeutas que atienden a clientes internacionales deben verificar que sus prácticas cumplan con las leyes locales de privacidad (Qureshi, s.f.).

Consentimiento Informado y Confidencialidad

El consentimiento informado es un requisito fundamental en la prestación de servicios de Psicoterapia en Línea. Los terapeutas deben asegurarse de que los clientes comprendan qué información puede compartirse y en qué circunstancias, especialmente en situaciones donde la confidencialidad pueda verse comprometida por razones de seguridad (Recouple, 2024b).

Por ejemplo, la legislación en algunos países obliga a los terapeutas a romper la confidencialidad si el cliente representa un peligro para sí mismo o para otros. En estos casos, los profesionales deben explicar claramente este límite antes de iniciar la terapia, garantizando que los clientes puedan tomar decisiones informadas sobre su participación en el tratamiento (NeuroLaunch, 2024a).

Debido a la constante evolución de las regulaciones sobre telemedicina y ética profesional, los terapeutas deben mantenerse actualizados a través de formación continua. Participar en cursos de educación permanente y supervisión profesional es clave para garantizar el cumplimiento de los estándares legales y éticos en la terapia en línea (Breslin, 2020; NeuroLaunch, 2024b).

Estudios de caso: Brechas de confidencialidad en la Psicoterapia en Línea

La confidencialidad es un pilar fundamental de la práctica terapéutica, pero en entornos digitales, pueden surgir vulneraciones que comprometan la seguridad de la información del cliente. A continuación, se presentan casos específicos que ilustran las dificultades en la protección de datos en la terapia en línea y las medidas necesarias para mitigar estos riesgos.

Casos de violaciones de Confidencialidad

1. Brecha de datos en una plataforma de teleterapia: Uno de los incidentes más significativos ocurrió cuando una plataforma popular de terapia en línea sufrió un ataque cibernético, exponiendo la información personal de miles de clientes. La filtración incluyó historiales de sesiones, datos de contacto y detalles sensibles sobre tratamientos, lo que generó serias preocupaciones sobre la seguridad de la información en entornos digitales (Cherry, 2024). Este caso evidenció la importancia de utilizar protocolos de seguridad robustos, como el cifrado avanzado y la autenticación de dos factores, para proteger la información del cliente. También resaltó la necesidad de que los proveedores de teleterapia realicen auditorías periódicas de seguridad para identificar y corregir vulnerabilidades antes de que ocurran ataques (Vamonde, 2024).
   
2. Error administrativo en el manejo de registros: En otro caso, un terapeuta envió accidentalmente el historial clínico de un cliente a otro cliente, debido a un error en la gestión de archivos electrónicos. Esta negligencia no solo violó la confidencialidad, sino que también dañó la relación de confianza entre el cliente y el profesional (Bateup, 2018). Para prevenir este tipo de errores, los terapeutas deben seguir protocolos estrictos de manejo de información, como verificar los destinatarios antes de enviar documentos sensibles y utilizar sistemas de gestión de registros electrónicos con controles de acceso restringido (NeuroLaunch, 2024a).
   
3. Divulgación involuntaria de datos en procedimientos legales: Un caso mediático mostró cómo un tribunal ordenó la entrega de registros de terapia en línea en el contexto de un juicio penal, lo que dio como resultado la exposición de información altamente confidencial. Esta situación subrayó la necesidad de que los terapeutas informen claramente a sus clientes sobre los límites de la confidencialidad y las circunstancias en las que los datos pueden ser requeridos legalmente (NeuroLaunch, 2024b). Para abordar esta preocupación, los terapeutas deben obtener un Consentimiento Informado, claro, explicando a los clientes que, en ciertos casos, la ley puede exigir la divulgación de información, como en situaciones de peligro inminente o procedimientos judiciales (Leslie, 2016).

Lecciones aprendidas y medidas preventivas

Estos casos reflejan la necesidad de que los profesionales adopten estrategias preventivas para minimizar los riesgos de violaciones de confidencialidad en la terapia en línea. Algunas recomendaciones clave incluyen:

• Uso de plataformas seguras: Elegir herramientas de comunicación diseñadas específicamente para la terapia en línea, con certificaciones de seguridad reconocidas.
• Capacitación en seguridad digital: Asegurar que tanto terapeutas como clientes comprendan cómo proteger la información compartida en sesiones virtuales.
• Consentimiento informado detallado: Explicar claramente a los clientes los riesgos asociados con la terapia en línea y las medidas de protección disponibles.
• Actualización constante de protocolos de seguridad: Implementar controles de acceso a datos, auditorías regulares y procedimientos para reportar vulneraciones.

A medida que la terapia en línea sigue evolucionando, la adopción de prácticas de ciberseguridad avanzadas y la educación continua de los profesionales serán esenciales para garantizar la privacidad y seguridad de los clientes (Recouple, 2024a).

Tendencias futuras en la confidencialidad de la Psicoterapia Online

A medida que la Psicoterapia en Línea continúa expandiéndose, es fundamental desarrollar nuevos marcos éticos y legales que aborden los desafíos emergentes en la protección de la confidencialidad. Las investigaciones actuales buscan evaluar la eficacia y seguridad de las terapias digitales, asegurando que las regulaciones evolucionen junto con los avances tecnológicos.

Investigación y desarrollo de marcos éticos

Existe una creciente demanda de estudios sistemáticos para analizar los riesgos y beneficios de la Psicoterapia Online Ética. Estos estudios permiten a los profesionales entender mejor cómo mejorar la seguridad de los datos y cómo implementar prácticas éticas más efectivas (Kiwi Health, 2023).

Algunas áreas clave de investigación incluyen:

• Efectividad de los sistemas de seguridad digital: Evaluar qué plataformas ofrecen los más altos niveles de protección de datos.
• Impacto de la inteligencia artificial en la confidencialidad: Analizar cómo la IA puede ayudar a detectar brechas de seguridad en tiempo real (Vamonde, 2024).
• Diferencias entre terapia en línea y presencial: Comparar los riesgos de privacidad en ambos formatos y diseñar estrategias específicas para cada uno (Cherry, 2024).

Equilibrio entre Consentimiento Informado y Confidencialidad

Uno de los mayores retos en la terapia en línea es encontrar un equilibrio entre el consentimiento informado y la protección de la privacidad del cliente. La transparencia en la recopilación y almacenamiento de datos es fundamental para construir confianza con los clientes (NeuroLaunch, 2024a).

A medida que más personas acceden a la terapia en línea, los profesionales deben garantizar que los clientes comprendan cómo se manejan sus datos y qué derechos tienen sobre su información personal. Esto implica ofrecer documentación clara y accesible sobre políticas de privacidad y uso de datos (Human Givens Institute, 2024).

Avances en Ciberseguridad para la Terapia en Línea

El desarrollo de tecnologías avanzadas de seguridad digital es clave para proteger la confidencialidad en la Psicoterapia en Línea. Algunas innovaciones incluyen:

• Cifrado de extremo a extremo más sofisticado, que garantiza que solo el cliente y el terapeuta puedan acceder a la información compartida en las sesiones.
• Autenticación multifactorial (MFA), que reduce el riesgo de accesos no autorizados a cuentas de clientes y terapeutas.
• Monitoreo basado en inteligencia artificial, que puede detectar y prevenir vulneraciones de datos en tiempo real (Bateup, 2018).

Estos avances permitirán a los terapeutas adoptar prácticas más seguras y proporcionar a los clientes mayor tranquilidad sobre la privacidad de sus sesiones.

Marcos éticos y guías para la práctica de la Psicoterapia en Línea

Los profesionales que ofrecen terapia en línea deben seguir códigos éticos específicos diseñados para abordar los desafíos únicos de la práctica digital. Estas directrices garantizan que la confidencialidad, el consentimiento informado y la competencia profesional se mantengan en los más altos estándares (Breslin, 2020).

Principales marcos éticos para la Psicoterapia en Línea

Existen varios marcos regulatorios y guías que orientan la práctica en la Psicoterapia Online Ética:

• Código de Ética de la Asociación Americana de Psicología (APA): Establece estándares sobre la privacidad del cliente, consentimiento informado y límites en la relación terapéutica (Human Givens Institute, 2024).
• Directrices de la Asociación Nacional de Trabajadores Sociales (NASW): Enfatizan la importancia de la competencia cultural y el acceso equitativo a los servicios de salud mental en línea (Counselling Psychology Online, s.f.).
• Regulaciones de la Federación Internacional de Terapia Online (IOTF): Proporcionan normas específicas sobre seguridad de datos, teleterapia y uso de plataformas digitales (Qureshi, s.f.).

Estos marcos sirven como referencia para que los terapeutas tomen decisiones éticas bien fundamentadas en el contexto digital.

Principios Fundamentales en la Terapia en Línea

Los siguientes principios guían la práctica ética de la terapia en línea:

1. Confidencialidad y Seguridad de Datos
   Los terapeutas deben utilizar tecnologías seguras para proteger la información del cliente y asegurarse de que los datos almacenados cumplan con regulaciones de privacidad, como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) en Europa (Recouple, 2024b).
2. Consentimiento Informado
   Antes de iniciar la terapia, los clientes deben recibir información clara sobre el uso de la tecnología, posibles riesgos y medidas de protección de datos (NeuroLaunch, 2024a).
3. Competencia Profesional
   Los terapeutas deben recibir formación continua en herramientas digitales y éticas en la teleterapia para garantizar que brindan servicios de calidad (Breslin, 2020).
4. Responsabilidad y Transparencia
   Es esencial establecer límites claros en la comunicación con los clientes y definir protocolos para emergencias en sesiones en línea (Vamonde, 2024).

Seguir guías éticas ayuda a los terapeutas a mantener la confianza del cliente, prevenir conflictos éticos y garantizar que la psicoterapia en línea se realice dentro de un marco de seguridad y profesionalismo (Recouple, 2024a).

Perspectivas del Cliente en la Psicoterapia Online

La experiencia del cliente/consultante en la terapia en línea es un aspecto crucial para evaluar la efectividad y viabilidad de esta modalidad de tratamiento. Diversos estudios han analizado la percepción de los clientes en relación con la confidencialidad, comodidad, accesibilidad y calidad del vínculo terapéutico (NeuroLaunch, 2024a).

Ventajas percibidas por los Clientes

Los clientes han identificado varias ventajas de la terapia en línea en comparación con la terapia presencial, entre ellas:

1. Mayor accesibilidad y conveniencia
   La terapia en línea ha eliminado barreras geográficas y ha permitido a muchas personas acceder a tratamiento sin necesidad de desplazarse. Esta accesibilidad es especialmente relevante para personas con discapacidades, horarios laborales exigentes o que viven en zonas rurales (Lumende, s.f.).
2. Percepción de seguridad y privacidad
   Algunos clientes informan que se sienten más cómodos compartiendo información personal en un entorno virtual, ya que pueden elegir un espacio seguro desde el cual participar en la sesión (Vamonde, 2024).
3. Reducción del estigma asociado a la terapia
   Al no tener que acudir físicamente a una consulta, muchos clientes experimentan menos ansiedad social y mayor disposición para recibir apoyo psicológico (Cherry, 2024).

Preocupaciones y desafíos relatados por los Clientes

A pesar de sus ventajas, algunos clientes han manifestado preocupaciones sobre la terapia en línea, entre ellas:

1. Falta de conexión emocional con el terapeuta
   Algunos clientes han señalado que la ausencia de interacción cara a cara dificulta la creación de una relación terapéutica sólida. La comunicación a través de pantallas puede hacer que las señales no verbales sean menos perceptibles, afectando la calidad de la empatía y la comprensión mutua (Bateup, 2018).
2. Dudas sobre la confidencialidad de la información
   La posibilidad de que las sesiones sean grabadas sin consentimiento o que terceros puedan acceder a los datos genera preocupación en algunos clientes, especialmente aquellos que buscan terapia para tratar temas altamente sensibles (Kiwi Health, 2023).
3. Limitaciones en el manejo de crisis
   Los clientes con condiciones de salud mental graves han expresado inquietudes sobre la efectividad de la terapia en línea en situaciones de crisis. La falta de presencia física del terapeuta puede hacer que las intervenciones en momentos de emergencia sean menos inmediatas y efectivas (Recouple, 2024b).

Factores que Influyen en la satisfacción del Cliente

La satisfacción del cliente en la terapia en línea depende de varios factores, entre ellos:

• La calidad de la plataforma utilizada: Los clientes prefieren herramientas que ofrezcan estabilidad en la conexión, privacidad y facilidad de uso (NeuroLaunch, 2024b).
• El nivel de capacitación del terapeuta en entornos digitales: Profesionales con experiencia en terapia en línea tienden a generar mayor confianza y mejores resultados terapéuticos (Human Givens Institute, 2024).
• Las expectativas iniciales del cliente: Las personas que comprenden las diferencias entre terapia en línea y presencial suelen adaptarse mejor a este formato y reportar experiencias más positivas (Recouple, 2024a).

Importancia de incluir la perspectiva del cliente en el desarrollo de la Psicoterapia Online

Para mejorar la eficacia de la terapia en línea, es fundamental incorporar la retroalimentación de los clientes en la creación de protocolos, selección de plataformas y formación de terapeutas. Esto garantizará que la terapia en línea continúe evolucionando en una dirección que beneficie tanto a los clientes como a los profesionales (Breslin, 2020).

Conclusión y recomendaciones finales

Conclusión

La Psicoterapia en Línea ha emergido como una herramienta valiosa para ampliar el acceso a los servicios de salud mental. Sin embargo, su implementación requiere un enfoque ético riguroso, garantizando que la privacidad, la confidencialidad y la calidad del tratamiento se mantengan en los más altos estándares (NeuroLaunch, 2024a).

Si bien muchos clientes han expresado satisfacción con la terapia en línea, persisten desafíos significativos, como el manejo de crisis, la seguridad de los datos y la efectividad del vínculo terapéutico en entornos digitales. Estos desafíos requieren actualizaciones constantes en regulaciones, capacitación profesional y tecnologías de seguridad para garantizar que la terapia en línea sea un espacio seguro y éticamente sólido para los clientes (Recouple, 2024b).

Dado que la Psicoterapia Online es una disciplina relativamente joven, es fundamental profundizar en investigaciones empíricas sobre telesalud para establecer regulaciones más claras en el ejercicio de la profesión. Se requiere mayor exploración en torno a aspectos éticos, eficacia terapéutica, medición de resultados y costo-efectividad, ya que estos factores son esenciales para definir estándares de calidad en la atención, actualizar legislaciones, desarrollar nuevas tecnologías y establecer lineamientos sobre honorarios, límites de intervención y alcance de la terapia a distancia (Breslin, 2020).

Debate ético sobre la Psicoterapia en Línea

Las consultas realizadas a psicólogos de distintas corrientes teóricas reflejan que no existe un consenso claro sobre la ética de la terapia en línea.

• Quienes apoyan la terapia por Internet la consideran una alternativa ética y válida, ya que facilita el acceso a la atención psicológica, ofrece soluciones en tiempos razonables y costos accesibles, y permite la intervención en personas que, de otro modo, no recibirían ayuda (Cherry, 2024).
• Quienes se oponen a la terapia en línea señalan que la falta de regulación y supervisión profesional pueden poner en riesgo la seguridad del cliente. La principal preocupación es la incertidumbre sobre la idoneidad y habilitación legal de los terapeutas que ofrecen estos servicios, lo que podría representar un riesgo significativo para la salud mental del cliente (Kiwi Health, 2023).

Este debate subraya la necesidad de regulaciones más estrictas, que aseguren que los terapeutas en línea cumplan con los mismos estándares éticos y profesionales que los terapeutas presenciales (NeuroLaunch, 2024b).

La Psicoterapia en Línea: ¿Sustituto o complemento?

Si bien la Psicoterapia Online ha demostrado ser una herramienta útil para muchas personas, no se considera un reemplazo absoluto de la psicoterapia tradicional. Su efectividad depende del tipo de intervención, las características del cliente y la naturaleza de la problemática a tratar.

Por lo tanto, la Psicoterapia en Línea debe verse como un complemento dentro de un enfoque integral de atención psicológica. Aspectos como ética, confidencialidad y eficacia seguirán siendo temas prioritarios para su desarrollo en el futuro inmediato (Recouple, 2024a).

Recomendaciones finales

Para fortalecer la práctica ética de la terapia en línea, se sugieren las siguientes recomendaciones:

1. Mejorar la formación en teleterapia
   • Incluir en los planes de estudio módulos sobre ética digital, privacidad y manejo de crisis en entornos virtuales (Human Givens Institute, 2024).
   • Capacitar a los terapeutas en la interpretación de señales emocionales en sesiones en línea y el uso de plataformas seguras (NeuroLaunch, 2024b).
2. Fortalecer la seguridad y confidencialidad
   • Implementar cifrado de extremo a extremo en todas las plataformas de terapia en línea.
   • Realizar auditorías de seguridad periódicas y actualizaciones tecnológicas en los sistemas utilizados para la teleterapia (Vamonde, 2024).
3. Desarrollar regulaciones más claras y uniformes
   • Unificar las normativas de teleterapia a nivel internacional para evitar inconsistencias legales entre países y estados (Leslie, 2016).
   • Establecer protocolos de emergencia estándar para el manejo de crisis en sesiones en línea (Recouple, 2024b).
4. Incorporar la retroalimentación del cliente en la mejora de la terapia en línea
   • Diseñar encuestas y estudios sobre la experiencia del cliente para optimizar la accesibilidad y la efectividad del tratamiento (Cherry, 2024).
   • Fomentar espacios de diálogo entre terapeutas y clientes para adaptar la Psicoterapia Online a las necesidades reales de los usuarios (Bateup, 2018).

Reflexión final

El futuro de la Psicoterapia Online dependerá de la capacidad de los profesionales para adaptarse a los cambios tecnológicos sin comprometer la ética y la calidad del tratamiento. La combinación de investigación, educación continua y desarrollo de nuevas tecnologías será fundamental para consolidar la teleterapia como una opción segura y eficaz dentro del ámbito de la salud mental (Recouple, 2024a).

A pesar de su crecimiento, la terapia en línea no debe verse como un reemplazo absoluto de la psicoterapia tradicional, sino como una alternativa complementaria que puede beneficiar a ciertos clientes en circunstancias específicas. Su expansión debe ir acompañada de garantías éticas y regulatorias que protejan tanto a terapeutas como a clientes, asegurando que la confidencialidad y la calidad del tratamiento sean siempre una prioridad (NeuroLaunch, 2024b).