El proyecto “Década del Cerebro” fue una iniciativa patrocinada por la Biblioteca del Congreso y el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos. Su objetivo primordial era dar cuerpo a los objetivos propuestos en la resolución 174 del Congreso.
A continuación se presenta parte de una reflexión personal sobre una posible evaluación del logro de los objetivos recomendados por el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, algunas agencias internacionales de investigación y otras entidades internacionales, para la denominada “Década del cerebro”.
A solo un año del cierre oficial de la Década del Cerebro, el balance general no parece ser tan bueno como se desearía. Indudablemente, el avance alcanzado en estos últimos nueve años en las disciplinas, campos y áreas de trabajo cobijadas bajo el término genérico neurociencia, fue inmenso. No obstante, la relación expectativas-logros no parece satisfacer los esperados ni dentro de la comunidad académica particular ni dentro del marco social más general. Si realizáramos una comparación de la relación expectativas-logros entre las décadas del cerebro y aquella del espacio, encontraremos razones para no calificar de pesimistas las aseveraciones anteriores.
Uno de los logros tangibles de la década del espacio fue la llegada del hombre al suelo lunar. El Homo sapiens del siglo XX, al igual que sus coespecíficos de siglos pasados, conquistaba nuevos y vastísimos territorios allende sus fronteras; “un pequeño paso para un hombre, pero un gigantesco salto para la humanidad”, diría Neil Armstrong aquel día. Por el contrario, hoy, a portas del siglo XXI, finalizando el plazo propuesto para el conocimiento del cerebro, no tenemos mucho que decir, salvo que el cerebro resultó más complejo de lo que esperábamos.
Pero no todo el panorama es negro, existen algunos aspectos grises e incluso con una buena dosis de optimismo; algunas áreas pueden parecernos realmente iluminadas. En lo que resta de este espacio trataremos de resumir algunos de estos aspectos.
El proyecto “Década del Cerebro” fue una iniciativa patrocinada por la Biblioteca del Congreso (LC) y el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) de los Estados Unidos. Su objetivo primordial era dar cuerpo a los objetivos recomendados en la resolución 174 del Congreso. Públicamente presentada el 17 de julio de 1990 por el entonces presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, George W. Bush, la Década del Cerebro alcanzó pronto la primera plana en el medio académico internacional. El tema central de la resolución era el fortalecimiento de una toma de conciencia general sobre los beneficios del estudio científico del cerebro.
Avances en Neurociencia durante la Década del Cerebro
La proclamación presidencial 6158, que declaró la década iniciada el 1 de enero de 1990 como la “Década del Cerebro”, se centró en cuatro puntos principales:
Primero: Se destacó el incremento en la aparición de enfermedades cerebrales y mentales de tipo degenerativo, traumático y congénito.
Segundo: Se mencionaron los avances tecnológicos en microscopía y neuroimagenología.
Tercero: Se subrayaron los progresos conceptuales en la comprensión de algunos procesos patológicos, así como en el desarrollo de ciencias básicas como la genética y la bioquímica.
Cuarto: Se resaltaron los avances en disciplinas intermedias como la biología molecular y la genética molecular.
Impacto de la drogadicción y farmacodependencia
En este discurso también se hizo referencia al ahora famoso capítulo de la drogadicción y la farmacodependencia. Además, vale la pena mencionar la preocupación explícita expresada por el expresidente Bush sobre el impacto que tendría el conocimiento de las relaciones entre los sistemas nervioso, endocrino e inmune en la comprensión del funcionamiento cerebral.
Aportaciones de la biología y la genética molecular
En 1985, Wolf Singer definió la Neurociencia como una ciencia que integra el conocimiento de algunas disciplinas científicas, como la neuroanatomía, la neurofisiología, la neurofarmacología, la neuroembriología, las ciencias del comportamiento (incluidas la psicología fisiológica, la neuropsicología y la etología), y de otras disciplinas intermedias, como la biología y la genética moleculares. Esta demarcación conceptual fue seguida por la comunidad académica dedicada al estudio de las denominadas, en aquel momento, neurociencias, término este que reflejaba, entre otras cosas, la carencia de un sentimiento de unidad en el estudio y la comprensión del sistema nervioso.
En líneas generales, podemos decir que la neuroanatomía ha llegado a una edad adulta en la que solo mediante la fusión con la neurofisiología y gracias a la utilización de técnicas de marcación muy sofisticadas, ha logrado trascender el nivel meramente descriptivo-histológico que durante muchos años la embistiera. Algunos de los grandes pasos de la neuroanatomía durante esta década, han sido dados en torno a dos grandes áreas: 1) la descripción celular y subcelular de los elementos responsables por el funcionamiento neuronal; y 2) el seguimiento pormenorizado de vías de comunicación neural. Estas dos áreas han permitido impresionantes avances en todas las demás áreas, desde la neuroembriología hasta la psicología fisiológica.
Desde el punto de vista de la bioquímica, los avances más importantes se han concentrado en tres áreas principales. Primero, se ha perfeccionado el diseño y la elaboración de nuevas moléculas mediante técnicas como la simulación molecular y, más recientemente, la realidad virtual.
Segundo, ha habido un cambio en la concepción de la farmacología, pasando de un enfoque global a uno más centrado en la determinación de principios generales a nivel subcelular e incluso molecular, que son responsables de la acción farmacológica.
Tercero, se ha establecido una alianza con otras áreas especializadas, lo que ha dado como resultado la generación de moléculas superespecializadas, haciendo que la idea de fármacos inteligentes deje de ser ciencia ficción.
Avances tecnológicos y su influencia en la Neurociencia
Otros avances tecnológicos han permitido el desarrollo de técnicas de alta precisión para registrar la actividad del sistema nervioso. Entre estos avances, se destacan tanto nuevos desarrollos tecnológicos como mejoras en la precisión de técnicas ya conocidas. Ejemplos incluyen la microscopía confocal, la resonancia magnética funcional, la microdiálisis in vivo, la voltametría, la magnetoencefalografía, el patch clamp y el voltage clamp, la tomografía por emisión de positrones y la electroencefalografía digital, entre otras.
Contribuciones de la inmunología y la toxicología
Es importante resaltar el aporte de la inmunología y la toxicología en el desarrollo de nuevas herramientas de investigación, como inmunotoxinas de alta selectividad, inmunomarcadores, hibridización in situ y otros inmunoensayos, que son ampliamente utilizados en el trabajo cotidiano en neurociencia.
Por su parte, la elaboración de hipótesis explicativas sobre la relación cerebro-comportamiento, ha empezado a alcanzar niveles de gran complejidad. Para ello ha sido de vital importancia el estudio de dos grandes áreas: 1) la neuroanatomía funcional; y 2) la psicología fisiológica. Estudios desarrollados en vivo han permitido analizar los efectos de la estimulación, lesión o interferencia temporal del funcionamiento de determinadas estructuras sobre comportamientos específicos. El papel de la etología y de la psicología experimental ha sido naturalmente decisivo aquí. El cada vez más preciso conocimiento del “cableado” del sistema nervioso proporciona, además, fundamento para el estudio neuroquímico descriptivo, paralelo a la descripción comportamental.
La Computación y su relación con la Neurociencia
Otro de los grandes terrenos en los que ha avanzado el estudio de la neurociencia es la computación, uno de los campos de mayor progreso en la historia de la tecnología humana. Es evidente que, detrás de todos los desarrollos tecnológicos mencionados, la informática y la computación son condiciones sine qua non. Sin embargo, existe un impacto más directo de las ciencias de la computación en el conocimiento del sistema nervioso, específicamente en la posibilidad de realizar simulaciones, no solo a nivel molecular simple, como las interacciones droga-receptor, sino también a nivel general del comportamiento cognitivo de un animal.
Simulaciones Computacionales en Neurociencia
Simular un comportamiento es, en esencia, un ensayo virtual de las consecuencias de la modificación de ciertas variables sobre el curso de otras. Esta es, de hecho, la función principal del cerebro: representar neuronalmente la realidad física percibida y coordinar las acciones en consecuencia. La inteligencia artificial es uno de los mejores ejemplos de la aplicación del estudio de la simulación de sistemas biológicos.
Inteligencia Artificial y Procesamiento en Paralelo
Durante los inicios de la cibernética, se creía implícitamente que el cerebro funcionaba de manera serial. Posteriormente, se comprendió que una de las grandes ventajas del cerebro sobre los computadores es su capacidad de procesamiento en paralelo. Hoy en día, el diseño de la arquitectura de los computadores busca emular estas propiedades de procesamiento en paralelo del sistema nervioso.
Interdisciplinariedad en el estudio del cerebro
El abordaje inter y transdisciplinario del estudio del cerebro, característico de esta Década del Cerebro, fue, a nuestro modo de ver, uno de los logros más importantes alcanzados en la neurociencia. Se mostró así que, tal como fuera previsto para otras áreas del conocimiento científico, la aproximación multisistémica es el camino más promisorio para la consecución de explicaciones coherentes, adecuadas a la realidad empírica, y consistentes con las posiciones filosóficas subyacentes a los marcos teóricos empleados.
Ghettos académicos y divisiones en la Psicología
En el transcurso de un proceso académico, es común que surjan divisiones. Estas divisiones suelen llevar a que los seguidores de teorías inicialmente similares construyan lo que podríamos llamar ghettos académicos, donde solo son bienvenidos quienes comparten determinadas posiciones, mientras que aquellos con opiniones diferentes son excluidos. Con el tiempo, y en la lucha por la supervivencia, los ghettos mejor orientados, es decir, los más acordes con la realidad, sobreviven a expensas de los menos adaptados.
Los supervivientes alzarán sus banderas, que serán adoptadas por los jóvenes que ingresan al mundo académico como armas y escudos. Por otro lado, los perdedores terminarán buscando unirse a los grupos triunfadores, desertando, o fundando posiciones alternativas que a menudo se acercan a movimientos religiosos.
La influencia de la Neurociencia en la Psicología Contemporánea
La psicología, en este momento histórico, está manifestando precisamente este proceso de división. En 1992, la frase de Eric Kandel, “quizá la frontera final de la ciencia –su último desafío– sea la comprensión de las bases biológicas de la consciencia y de los procesos mentales por medio de los cuales percibimos, actuamos, aprendemos y recordamos”, se popularizó y hoy se considera un clásico. Con esta afirmación, la neurociencia reclamaba con razón la hegemonía en el estudio de la mente.
En 1995, Eric Kandel, Thomas Jessell y James Schwartz, en su libro Essentials of Neural Science and Behavior, plantearon que el estudio de la psicología solo podría considerarse sólido si se desarrollaba desde el marco de una neurociencia comportamental. Enfatizaron que la psicología, como ciencia tanto del comportamiento como de la mente, no puede pensarse sino desde la neurociencia experimental.
Ramas de la psicología, como la neuropsicología, la psicobiología, la psicofarmacología, la psicología cognitiva e incluso algunas vertientes de la psicología comportamental, han aceptado el desafío del trabajo inter y transdisciplinario. Entretanto, otros sectores intentan redefinir el objeto de estudio para mantenerlo lo más alejado posible de la neurociencia.
Impacto en las áreas profesionales de la Psicología
Como consecuencia de todo esto, incluso las áreas profesionales de prestación de servicios están experimentando un cambio significativo. Un ejemplo claro de cómo la psicología está atravesando un sismo en su práctica profesional es el proceso de selección de empleados, que ahora comienza a depender de la aproximación teórica subyacente. En la psicología que está iniciando un cambio de paradigma, por utilizar el término kuhniano, se observa que los parámetros de evaluación están dejando de basarse en veredictos puramente psicológicos, como entrevistas o pruebas proyectivas de personalidad. En su lugar, se está volviendo común el uso de pruebas neuropsicológicas, como la evaluación de habilidades de destreza bimanual y dominancia cerebral, y pruebas neurofisiológicas, como las velocidades de conducción neuronal.
Por otro lado, la psicología que prefiere permanecer inalterable busca alianzas con disciplinas centradas en la administración o la economía, llegando a redefinir su objeto de trabajo para adaptarse a las aproximaciones utilizadas. Un camino alternativo, que ya está siendo transitado por algunos, y que como mencionamos antes, se acerca a la religión y el esoterismo, es la inclusión del estudio de cartas astrales de los candidatos como parte del proceso de selección. Aunque para algunos esto pueda parecer una broma o una exageración, es una realidad que ya se ha anunciado.
Reflexión final
Así pues, toma a cada uno de nosotros, rectificar la posición personal frente a este problema y decidir el bando en el cual militaremos. Lo importante, quizá, sea saber que no importa cuál sea el bando desde el cual se trabaje, lo relevante es tener la claridad epistémica del porqué se hace lo que se hace.
Para el siguiente siglo, el análisis realizado por grupos de futurólogos japoneses, brasileños y norteamericanos coincide en esperar que los avances de mayor repercusión en la Década del Cerebro; se darán en tres direcciones:
- La informática, sobre todo en el desarrollo del poder de las redes de comunicación, de las cuales la misma Internet sería solo una muy pequeña muestra.
- Cibernética y la biónica, cuyas implicaciones son más que obvias
- La conquista espacial.
Esperemos, pues, que el conocimiento de la mente y la consciencia deje algún día, quizá en el siglo XXV, de ser la frontera final.
Me parece una aportación muy importante para los psicólogos que buscamos tener un quehacer profesional cada vez mas científico y actualizado,que redunde en una aplicación de la psicología más objetiva. Resulta muy interesante estar al tanto de los cambios que la psicología va enfrentando con el aporte de las neurociencias.
Considero el escrito como excelente, pues invoca lo novedoso de la neurociencia, pondera el valor del cerebro y aporta informaciones concretas de valía para investigadores, estudiantes y buscadores.
Me parece interesante y valioso el artículo para propiciar la reflexión de mis alumnos de la materia de fundamentos neuropsicológicos de la conducta. A la vez felicito al los autores por su interés y atinados aportes a la explicación de la conducta humana. ¡Gracias por su trabajo intelectual!
Un trabajo de gran poder de síntesis y muy exhaustivo. Faltaría agregar, quizás, el problema experimental clave de la interfaz cerebro/computadora, para la cibernética; así como el avance en las hipótesis de las localizaciones cerebrales y rasgos psicométricos (funciones comportamentales). En cuanto a las aplicaciones, la neurofarmacología es crucial en ambientes controlados, también el aprendizaje tecno-interactivo (virtual) y la creación de entornos inteligentes. Una línea muy novedosa son los implantes o chips de reprogramación cerebral, aspecto que ya está siendo usado en psiquiatría y regulación de la conducta psicopática.
Este artículo me parece muy bueno, aunque poco esperanzador para aquellos que tenemos la aspiración de poder contar con los aportes de las neurociencias, especialmente en el campo de la educación. Quisiera saber qué cambios pudieran estarse gestando desde las neurociencias a favor de la educación.
Este artículo es una excelente aportación inicial a la necesidad de información que existe para comprender y encontrar soluciones a la problemática que representa la ineficacia actual del aprendizaje escolarizado, esto es porque el texto nos despierta el interés por investigar más a fondo, con el fin de elaborar, innovar y proponer alguna alternativa para que en muchas escuelas y universidades se mejore la calidad del aprendizaje.
Este artículo da a conocer un poco más a fondo lo relacionado con la llamada década del cerebro sin dejar de lado el impacto que este estudio tiene en otras áreas. Además, brinda importantes aportes a las disciplinas mencionadas en el mismo.