El Arte y la Creatividad permiten descubrir el potencial sanador que emana del legado estético de varias disciplinas, para encontrar nuevos significados de interpretar la vida.
Siempre he pensado que en nuestra sangre latina fluye una gran dosis de arte puro. Incluso, ese espíritu creativo que nos caracteriza nos acompaña desde niños.
Precisamente, mi interés en diversas artes creativas desde pequeño, y el análisis de las posturas del psicodrama y el narradrama, ya de adulto; me permitieron observar las integraciones de estas manifestaciones artísticas dentro de las diferentes dimensiones del ser humano.
Todo ello, me llevó incluso a convertirme en actor profesional, con todos los riesgos y las riquezas que esto representa. Una vocación interesante dotada de máscaras, de entornos -o escenarios- inimaginables. De un poder catártico o liberador que tiene toda mi admiración, como eterno aprendiz de este gran arte.
Debemos recordar que el arte y la creatividad de las máscaras, al igual que los rituales, los primeros sonidos y ritmos y los dibujos iniciales en las cavernas, representaron ese primer contacto del ente creativo primitivo. El primer manifiesto artístico para conectarse con el mundo de lo desconocido. De hecho, el arte fue nuestra primera ventana para conocer detalles importantes sobre nuestra historia y, por lo tanto, de nuestra identidad.
Desde siempre, el hombre ha manifestado la necesidad de contar historias para así dejar plasmadas sus vivencias y para explicar el “por qué” de sus incertidumbres y dudas existenciales. Ese fue nuestro primer grafiti y, nuestro primer Twitter y Google. De ahí, la importancia de crear a través de las bellas artes, de descubrir el potencial sanador que emana de estas disciplinas. Y descifrar el legado estético que se evoca a través de la palabra, dotada de poder, de creatividad y de nuevos significados para interpretar la vida.
El Arte y creatividad para combatir la violencia
Como sabemos, desde los inicios de nuestra sociedad, tal y como la conocemos, Eros –la fuerza del amor- y Thanatos –la fuerza de la muerte- han estado en constante oposición: incluso esta lucha aún se observa y se evidencia en el arte contemporáneo.
Son muchas las maneras en las cuales el arte y la creatividad sirven como instrumento de sanación ante los estragos de situaciones de riesgo; tales como la violencia.
El aporte para la psicoterapia
En psicoterapia, la acción de reconstruir historias de violencia (sea física, sexual, verbal o psicológica) a través del narradrama, el psicodrama y las artes creativas, en general; ha permitido lo que otros modelos terapéuticos, por sí solos, no logran en períodos determinados: la acción de reconstruir –o declarar- una nueva historia, capaz de moldear incluso el cerebro del niño o adolecente sobreviviente de tales situaciones. De esta manera que pueda enfrentarse ante los retos del futuro con optimismo y con nuevas veredas de esperanza. Incluso resulta de gran utilidad para niños y adolescentes víctimas de conflictos bélicos o situaciones relacionadas a armas, de distintos tipos.
Se ha utilizado el arte y la creatividad (el baile, la pintura, la fotografía, la poesía y la música) como uno de los métodos más efectivos para crear una nueva perspectiva incluso en sobrevivientes de la trata humana. Todo ello, de una forma guiada, ejecutado por expertos de la conducta humana que han investigado los beneficios del arte asociados a la terapia y que demuestren afinidad para poder trabajar con dichas poblaciones de riesgo.
Historias de superación y de gloria se construyen en colectivos con los sobrevivientes de la violencia. Tal es el caso de las terapias de grupo; en donde los participantes son capaces de entender sus vivencias y darle un nuevo giro a la historia dotada de discursos asociados al trauma.
Incluso, ante la figura mental que han elaborado del victimario y que prevalece de manera recurrente en sus mentes, aun la distancia física necesaria que ya exista entre la víctima y el victimario (es decir, la sanación al resignificar el proceso de enfrentarse a la imagen mental sobre el que recluta, transporta o explota a la víctima, en el caso de la trata humana; o la del alegado agresor, en el abuso sexual).
Arte, creatividad y platicidad cerebral
Por lo tanto, no debemos subestimar el poder innegable del arte en el proceso de enfrentar la violencia, en todas sus manifestaciones. Incluso es capaz de crear cambios significativos a nivel del cerebro o del encéfalo, mediante el desarrollo de nuevas historias positivas y dotadas de cambio que se entretejen y se solidifican en las denominadas “sinapsis”, o el lugar de conexión entre las células del cerebro.
Recordemos el término “plasticidad”. Este se refiere a la capacidad de crear nuevas conexiones en lugares determinados, algunos de poca actividad. Lo que permite el dominio de ciertas tareas, incluso nuevas. Por lo tanto, más que hablar de número de neuronas, refiriéndonos por «neuronas» a las células del cerebro, como equivalente a inteligencia o al desarrollo de múltiples habilidades; hablamos de un aumento del número de conexiones de neuronas acumuladas en ciertas áreas (ejemplo: la corteza cerebral) para propiciar estos cambios denominados, «conexiones sinápticas».
Einstein seguramente tenía una gran cantidad de conexiones neuronales en las áreas concernientes al pensamiento lógico-matemático, así como Picasso en las áreas concernientes a la sensibilidad típica del artista y su dominio del arte.
Si el proceso simple de incluir distintas manifestaciones del arte para combatir la violencia resulta idóneo, estimulante a nivel encefálico por lo antes escrito y hasta divertido para los niños y jóvenes. Imagínese los beneficios de incorporar el arte y la creatividad con un experto en terapia o con líderes especializados en los beneficios del arte en los procesos de sanación, que sean capaces de redirigir y modelar a nuestros niños y adolescentes hacia una mejor calidad de vida al promover un entorno de paz.
Tecnología, arte y creatividad
Resulta importante señalar que a los beneficios del arte se le suman la tecnología y la red global.
Nuestros niños y jóvenes de este siglo se encuentran inmersos en la Internet de diversas maneras.
De igual manera, han aprendido a ejecutar el arte de un modo distinto. Todo ello, a través de las cámaras de los celulares –u “objetos nómadas”, “iPads”, computadoras y otros recursos de vanguardia.
Debemos enfrentarlo: las nuevas generaciones poseen un “cableado” distinto a nuestras generaciones, recordemos este dato. Sus cerebros -atado a sus vivencias- resultan un tanto distinto a los nuestros. Por lo tanto, la utilización y obtención de fondos para tales recursos tecnológicos en centros de apoyo dirigidos a gestar una cultura de paz y de no violencia; pueden servir como una gran herramienta en los procesos del arte como objeto de transformación.
Mezcla de varias manifestaciones artísticas
La creación de cortometrajes, de concursos de fotografías con el celular, la elaboración de una página Web en donde los niños y jóvenes puedan interaccionar de forma supervisada con otros niños del mundo (y exponer su arte y creatividad).
La creación de nuevas canciones con música electrónica y hasta el desarrollo de un programa piloto de cápsulas informativas para la Internet; son solo algunas de las estrategias que considero son óptimas para estar “en lo último de la avenida” para poder llegar a nuestros jóvenes, o tocar su fibra, de un modo distinto, a través del arte.
Si a todo lo antes descrito le sumamos el psicodrama, la actuación/ improvisación, el dibujo, la pintura, el baile, la locución, la composición, la meditación y la visualización creativa, la instrumentación y la poesía, así como con a) una dosis de modelaje a través de líderes de grupo que ejecuten y enseñen dichas manifestaciones del arte y b) un grano de mostaza de fe o una dosis mayor en que nuestros niños y jóvenes tienen un potencial ilimitado más allá de su situación de riesgo, c) crearemos un espacio educativo y terapéutico diferente, capaz de impactar a nada más y a nada menos, que a toda la sociedad.
Sinapsis Crëativa
Como psicólogo y estudioso de la creatividad por varios años, así como artista desde pequeño y actor colegiado; entiendo que son muchos los cambios que nuestra sociedad ha enfrentado a través de los años. En la que, precisamente el arte y la acción de crear literalmente “de la nada” han resultado ser las piezas victoriosas, aún en tiempos de crisis. Para tales fines y partiendo de los hallazgos de mi marco teórico sobre la conducta humana fundamentado en la creatividad, denominado Sinapsis Crëativa; propongo la integración de tres variables indispensables para aprovechar a plenitud las riquezas del arte en contextos de riesgo, tales como la violencia:
- Creatividad como elemento transformador de vidas a través de la catarsis o liberación, a nivel consciente e inconsciente.
- Nociones sobre Neurociencia, como parte del conocimiento indispensable en cada niño y padre. Para entender el potencial ilimitado del cerebro (o plasticidad), aun en presencia de factores de riesgo. Incluso, para reconstruir historias sanadoras y desarrollar nuevas destrezas mediante le arte.
- Virtualidad como la nueva alternativa para adquirir conocimiento. Como metáfora para entender el nuevo “conectar” de seres humanos a través de las redes (cultura, globalización, “electroalfabetización”).
Sinapsis liberadora
A través de un proceso dirigido mediante la catarsis o liberación que promueve el arte y la utilización de tales variables, podemos:
a) Anticipar situaciones de conflicto.
b) Desarrollar vínculos cercanos mediante la incorporación de enlaces positivos y de crecimiento individual y colectivo.
c) Incrementar el rendimiento de los jóvenes en sus respectivos talentos (y descubrir su talento principal y potenciarlo).
d) Desarrollar pasión por un ámbito creativo como elemento promotor de destrezas vocacionales y laborales
e) Crear manifiestos en contextos reales y virtuales que trasciendan fronteras y sirvan de ejemplo para otros jóvenes. Trabajar desde el Aquí y el Ahora, tomando como premisa que su realidad es cambiante.
Desde mi perspectiva, esto repercutirá en un participante capaz de autodenominarse como “ser o ente creativo” en diversas manifestaciones. Balanceado, con propósito de evolucionar constantemente y que esté dirigido a metas cada vez más elevadas y de mayor beneficio para los espacios en las que las pondrán en práctica.
Grandes autores e investigadores
Para provocar este cambio, añado las grandes lecciones de expertos y estudiosos asociados al arte y a la creatividad: estas son fundamentales. Les incluyo algunos ejemplos: Las mentes del Futuro – Howard Gardner; Pensar como da Vinci – Michael J. Gelb; Creatividad – Mihaly Csikszentmihalyi; Electracy – Gregory Ulmer; Fundamentos de Coaching y Programación Neuro-Lingüística; El análisis de la vida de los grandes Maestros (Jesús, Einstein, da Vinci, Gandhi); Creatividad, Neurociencia y Virtualidad (Sinapsis Crëativa) – Ariel Orama.
Partiendo de los hallazgos sobre lo que he investigado y he escrito en torno al arte y la creatividad; el ser humano es capaz de redescubrir su potencial creativo en distintas etapas de su vida; incluso, en las denominadas “crisis”.
Cada “ente creativo”, como lo define mi marco teórico, vive inmerso en un continuo de maestro-aprendiz: esto es independiente de su edad.
El proceso de redefinirse como “ente creativo”, capaz de “reinventarse” y descubrir nuevas formas de ser, en el Aquí y Ahora; le permitirá a cada participante (en este caso, en grupos que experimenten situaciones de riesgo, tales como la violencia), poder definirse como tal –como ente creativo-. Al dejar atrás otras etiquetas que parten de la victimización o la categorización. Por lo tanto, la situación inherente a la violencia en todas sus manifestaciones solamente será el vehículo para poder sanar y no necesariamente el centro de atención.
En un espacio sagrado dedicado al arte redirigido hacia la sanación, en colectividad –tal como se trabaja la violencia o la trata humana en otros países foráneos-; se pretende sanar heridas y utilizarlas a favor, para crear una nueva realidad: la realidad del “ente creativo”. Desde mi punto de vista, capaz de conocerse a sí, sanar y sanar a otros, a través de su ejemplo e integración a la sociedad. Todo ello, sin sellos, sin estigma.
Conclusiones
En conclusión, a partir de todo lo antes expuesto:
¿Qué tal si concebimos, a partir de ahora, a todos nuestros niños y jóvenes como “entes creativos” y no como víctimas de determinadas situaciones?
¿Qué nuevos recursos deben estar presentes en nuestras organizaciones y fundaciones para poder promover el arte como método de sanación?
Colombia es una tierra que emana arte y creatividad a borbotones.
Jamás olvidaré el ingenio de los denominados “cuenteros” o narradores del «Chorro de Quevedo» en mi travesía por la tierra bogotana.
Asimismo, la Fundación Mi Sangre lleva desde el 2006 sirviendo a las comunidades de niños y jóvenes de tan hermosa tierra, y la creatividad se ha hecho marfil en todos sus manifiestos y en sus diversos programas: con hechos, no con palabras. Como escritor de “Palabras de Sangre Viva” (en sus inicios) para su página Web y como observador a distancia de tan distinguida fundación, por años, me consta. Como indica su gran visionario Juanes en sus musas, así ha cumplido su palabra: “de tus sueños, cuidaré. Siempre a tu lado estaré y tu guardián yo seré, toda la vida”. Que sean la creatividad, la plasticidad y el arte en todas sus manifestaciones los motores de paz y de no violencia de todos los programas del Mundo dirigidos a niños y jóvenes: no lo dudemos, el espíritu del arte-sano corre en Nuestra Sangre, ¡Mi Sangre!
Tabla 1.
Posibles métodos de integración del arte desde un punto de vista terapéutico para trabajar con las diversas manifestaciones de la violencia (Orama, 2014).
Tabla 2.
Ejercicios que se pueden implementar en grupos mediante la integración de las bellas artes (Orama, 2014).